jueves, 25 de agosto de 2011

Cortos de talle.

A los paticortos se les ve más fácilmente que provienen del mono. Acentuar este rasgo no habla mucho en nuestro favor. La regresión no nos procurará la amistad del simio que seguramente nos tratará como a unos desconocidos. Tampoco es una vuelta al paraíso, sino justo al momento anterior, cuando aguardamos a entrar en él y no nos dejan por haber hibridado por nuestra cuenta.
Tendríamos que esperar a Noé para inscribirnos como nueva especie, y acaso no quisiesen clasificarnos como un elemento más puro de la rama humana, en la clase ecoturistas por ejemplo, sino tan sólo en la subclase de los culibajos.
Hay que tener mucho cuidado con las ropas que se pone uno. Las carga el diablo, como bien se sabe.

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