domingo, 14 de septiembre de 2014

Quién habrá enseñado a los hijos que los padres servimos para esto.

Su tía C. había contestado a su sugerencia y ahora intentaba la misma jugada conmigo.

—Haber papa, tu que manejas bien la lengua, dime diez adjetivos que me definan.
—Yo la lengua no la manejo, si quieres que te laman el culo el perro está ahí en el patio esperando también que le hagan un poco de caso.

Suena dura la respuesta, y quizá ni siquiera así sirva.
Seguramente no podamos evitar que nos disparen, pero no hay necesidad de que seamos nosotros quienes entreguemos a los demás las escopetas cargadas.

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