domingo, 1 de septiembre de 2013

Oviposición.

Las tengo aquí enfrente. El niño chico balbucea y cloquea la tía, la abuela y la bisabuela. Un corral de gallinas cloqueantes en disputa de aquella cosa que ha salido del huevo. Suerte que aún le queda juicio a la madre que cuando escucha al niño decir:
 –Tator.
Y al gallinero repetir:
 –Tator, tator, tator.
Dice:
 –El tractor.
Las gallinas no amainan:
 –Ta-ta-tor, ta-ta-tor, tator, tator.
Como si todavía tuviesen el huevo dentro, o acabasen de ponerlo.

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